No con esta acusada acusación (valga la redundancia) quiera acusar a Wolganf Amadeus Mozart de copión (ni mucho menos) pero es lo que muchos estudiantes de música llegan a pensar cuando interpretan la obertura de su penúltima obra: La flauta mágica, y no es para menos porque Mozart realizó una fuga - incluída en esta pieza- con el sujeto siguiente:
Se trata de la famosa sonata op. 24 no. 2 de Muzio Clementi, a quien no le gustó nada la "cariñosa burla" que Mozart nunca quiso reconecer, pero ahí está la "prueba del delito".
Aquí os dejo la interesante versión que he encontrado por internet.
Pero, si , por algún casual, preferís la versión tradicional... aquí la teneis:
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